miércoles, 22 de febrero de 2012

Becarios/ Problema estructural/ Propuesta



Becarios
En el sector CyT se están expresando conflictos preocupantes. Uno de ellos es la imposibilidad de absorber a los científicos y tecnólogos formados en el país, problema que en principio afecta directamente a los becarios.

Un becario es un profesional joven (biólogo, físico, sociólogo, químico, ingeniero, etc) que luego de 5 años de trabajo concluye con su tesis de Doctorado, pudiendo completar su formación con una beca posdoctoral de dos años más. Así, el período máximo de un becario es de siete (7) años y, luego -como no tiene relación de dependencia- debe intentar ingresar a una institución pública, o al sector privado.

Para ver lo que está ocurriendo actualmente tomamos datos del CONICET porque es el organismo que más becas otorga para la formación de científicos y tecnólogos en todas las áreas del conocimiento. Veamos, sintéticamente, algunos antecedentes que permiten comprender el problema actual.

En el año 2004, el CONICET -con el fin de recomponer planteles envejecidos y porque el número de doctorados/ año eran menos de 500- generó una política de ingresos de 1500 becarios y de 500 investigadores/ año como consta en el ítem 6.2, páginas 15 y 16 del Plan Nacional de CyT 2006-2010. El plan era por 10 años. Ver en: http://www.agencia.gov.ar/IMG/pdf/plan_estrategico_bicentenario_vp_10jul.pdf .

De esa manera, se empezaron a cubrir las vacantes sin mayores inconvenientes. Pero, transcurridos los 7 años de beca, muchos de esos becarios -ahora doctorados- intentan ingresar a la Carrera del Investigador Científico del CONICET o encontrar un trabajo en el sector privado. Y ahí apareció el cuello de botella.

Así, en CONICET y sólo en el año 2011 han quedado afuera 1630 doctores en situación laboral extremadamente difícil. Detalles ver en: http://www.grupogestionpoliticas.blogspot.com/2011/12/reflexiones-2011-becarios.html .

Entre diciembre de 2011 y febrero de 2012 hubo movilizaciones/ entrevistas/ negociaciones de los becarios con las máximas autoridades del CONICET y del Ministerio de CyT. Como resultado, los becarios consiguieron que se incorporaran 106 becas posdoctorales adicionales. Importante sin dudas, pero no alcanza y ante la emergencia, lo justo sería extenderle las becas a todos los que fueron evaluados y recomendados académicamente. Por otro lado, debemos tener claro que lo que está pasando no es un problema aislado, o coyuntural.

En efecto, las dificultades para la absorción de científicos o tecnólogos es un problema ESTRUCTURAL y en la medida en que no se lo reconozca como tal y se actúe en consecuencia, el conflicto se repetirá cíclicamente, con consecuencias nefastas.

Problema estructural
El aumento de presupuesto en CyT en los últimos años ha sido un indicador de la voluntad política del Gobierno con respecto al desarrollo CyT, en un marco en donde se le adjudica trascendencia económica y social. Pero como en cualquier proceso dinámico en donde se intenta modificar un statu quo vigente por décadas hubo errores que, esperamos, se corrijan.

Así, esa meta razonable del año 2004 de rejuvenecer los planteles del CONICET y formar más de 500 doctores por año fue alcanzada. Pero ahora ¿qué hacemos con ellos? - ¿qué opciones se les ofrecen a los 1630 que quedaron afuera ?. Veamos las medidas más importantes que se tomaron.

1.- Por un lado, desde el 2003, en CyT se dio prioridad a desarrollos productivos de base tecnológica en el sector privado -principalmente Pymes- como para que el conocimiento pueda plasmarse en desarrollos que, además, iban a posibilitar que profesionales calificados fueran absorbidos por ese sector, presunción que no se concretó en los hechos. Como detalle anecdótico, si uno ve hoy la bolsa de trabajo en la web del CONICET sólo hay cuatro (4) ofertas abiertas - http://www.conicet.gov.ar/web/conicet.ciencia.insercionlaboral/oportunidades-laborales- .

2.- Por otro lado, y como complemento de esas políticas, en el 2004 se implementó el plan "RAÍCES", un proyecto vigente en donde uno de sus objetivos es la repatriación de científicos argentinos en el exterior (mayoritariamente becarios posdoctorales). A través del RAÍCES  se han repatriado a 876 científicos en nueve (9) años Valor insignificante frente a los 1630 desafectados sólo en un año, el 2011.

3.- También hay una iniciativa del FONTAR -brazo de la Agencia Nacional de Promoción CyT del MinCyT- dirigida a promover al sector privado, que ofrece a las empresas pagarles -durante 3 años- parte del sueldo de los doctores que incorporen. Para esta línea disponen el equivalente en pesos a 10 millones de dólares -http://www.agencia.gov.ar/spip.php?article1377 -. Una cifra considerable que, en parte, se podría utilizar para solucionar la emergencia actual.

Sin embargo, a pesar de haber puesto esperanzas -y mucho dinero- en que el sector privado absorba los científicos formados, esas medidas han sido insuficientes y no creemos que sean viables en el corto o mediano plazo. Porque a pesar del fantástico crecimiento de la economía en los últimos nueve años y de las prebendas que han recibido, la inversión del sector privado no se ha movido de los valores históricos de alrededor del 30% de la inversión total en CyT, como consta en el texto preliminar del Plan Nacional de CyT para el período 2012 - 2015.

Pero el problema es denso y amerita una reparación rápida porque se están generando científicos y tecnólogos para exportación, el efecto opuesto al buscado originalmente por el Ministerio de CyT, por el plan "RAÍCES", por el CONICET y por toda la sociedad. Pero para ello no hay que retrotraerse a épocas anteriores y resolver el problema disminuyendo el número de ingresos de becarios. Para ser coherente con políticas previas, lo que hay que buscar son vías orgánicas y racionales para incorporarlos, que es una cosa muy diferente.

Y para ello hay que tomar medidas porque, de otra manera, el problema se va a profundizar inexorablemente por lo menos hasta el año 2019, período en el cual va a quedar un tendal de científicos/ tecnólogos en el camino. Para dar una idea de la magnitud del mismo, pensemos que sólo en el CONICET -sin considerar universidades, fundaciones, etc- hay actualmente alrededor de 8.500 becarios, Ver en: http://tiempo.elargentino.com/notas/desde-ano-2004-regresa-cientifico-argentino-cada-tres-dias-.

Algunas causas
La realidad a traspasado las buenas intenciones y parte del problema actual de no poder absorber científicos y tecnólogos se debe a diferentes causas. Entre otras:

1.- No hubo una coordinación centralizada de las políticas en CyT. Entonces cada institución/ organismo generó la propia, sin tener en cuenta el conjunto, hecho que ha llevado a estas distorsiones en donde, paradójicamente, las soluciones a los problemas de ayer (incorporación de becarios/ investigadores y formación de doctores) se transformaron en la causa de los problemas de hoy.

2.- Haberse apoyado fundamentalmente en campos disciplinares (nano y biotecnología, TICs) y el desarrollo tecnológico del sector Pyme -y otros no tan Pyme- que, como se ha visto, no tienen capacidad -o interés- de incorporar investigadores.

3.- No haberse apoyado en la ejecución de proyectos públicos nacionales o regionales de envergadura.

4.- No haber convocado a un espacio de discusión sobre políticas integrales para implementar en CyT, un tema complejo por lo heterogéneo y sobre el cual no tenemos un historia que nos respalde.

Algunas propuestas
Los problemas o las demandas públicas habitualmente son complejas y se caracterizan porque necesitan de conocimiento interdisciplinario para resolverlas. Y hay muchas áreas vacantes que, de actuar sobre ellas, permitirían empezar a resolver algunos problemas, como este de la inserción laboral de científicos y tecnólogos, entre otros.

Así, si se actuara sobre necesidades públicas propias, sean estas estratégicas, sociales o económicas, esto expandiría racional y genuinamente el sector sobre la base de atender demandas insatisfechas que, por otra parte, permitirían absorber a esos profesionales, hoy con destino incierto.

Las posibilidades en este campo son enormes aunque, en algunos casos, hay renuencia o rechazo directo por parte de algunos funcionarios como es el caso del ministro Manzur con los medicamentos y vacunas o, recientemente, con la decisión de la ministra Giorgi, de que el INTI se dedique más a las empresas que a la "economía social".

Estas "vacilaciones" de algunos ministros deberían aclararse, aunque más no sea para unificar el discurso con las decisiones políticas del máximo nivel porque, de otra manera, no hay solución posible. Porque si la ejecución en los ministerios es antagónica a las líneas propuestas desde el mismo gobierno, obviamente no vamos a ir a ningún lado. Un ejemplo contundente de esto es el "desinterés" del ministro Manzur en la producción pública de medicamentos -con Ley incluida-, como lo hemos marcado en infinidad de oportunidades - http://www.grupogestionpoliticas.blogspot.com/2011/12/ministro-manzur-una-cuestion-de.html -.  

Retomando el tema, en ocasiones anteriores ya hemos dado algunos buenos ejemplos que deberían replicarse en otras áreas.

Así, la decisión política de construir radares, satélites o centrales nucleares de baja potencia, entre otros proyectos, permitió que actuando sobre necesidades estratégicas se produjera una expansión tecnológica que fortaleció al INVAP, la CNEA y la CONAE y absorbió físicos, químicos, ingenieros, matemáticos, biólogos, expertos en computación, etc - http://grupogestionpoliticas.blogspot.com/2011/10/fragmentacion-vinculacion.html-.

Entonces, sobre esas mismas bases, por qué no implementar decisiones fuertes que incorporen y expandan la enorme cantidad de proyectos y propuestas productivas y sociales generadas por el INTI, el organismo efector potencialmente más poderoso del sector CyT argentino. Por sus profesionales, por sus características multidisciplinarias y por la impresionante capacidad de vinculación y gestión - http://grupogestionpoliticas.blogspot.com/2011/09/inti-inti-inti-legisladores.html.  

O ¿por qué no implementar desarrollos públicos en el área de la biomedicina?. Espacio de vacancia en donde se podrían generar proyectos productivos públicos de envergadura en temas muy variados que NI SIQUIERA son tenidos en cuenta por el sector privado de capitales nacionales. Hecho que implica que no habrá lobbies o grupos de presión que interfieran.

Algunos ejemplos: Los reactivos que determinan grupos sanguíneos y factor Rh, de uso masivo, se compran a granel y en nuestro país se envasan - La producción pública de medicamentos, vacunas y productos médicos - La síntesis química o a través de ingeniería genética para obtener materias primas con las que se confeccionan esos medicamentos, vacunas, etc - Producción de reactivos de uso hospitalario - Producción de anticuerpos monoclonales, de usos múltiples en diagnóstico, terapéutica, purificación de sustancias, etc - Generación de kits para diagnóstico para diferentes enfermedades - Desarrollo de equipos pesados y livianos utilizados en la práctica médica - Aparatos para discapacidades diferentes como los generados en el INTI, etc.

Todos ellos, insumos de uso masivo en hospitales públicos y el sector privado, muchos de altísmo costo y que en su gran mayoría se importan. De llevarse a cabo proyectos con esas características implicaría sustituir importaciones, generar tecnologías propias, mejorar la balanza comercial y absorber científicos y tecnólogos en un desarrollo genuino y sustentable. A estos proyectos debe sumarse la atención de problemas sociales como el mal de Chagas o la presencia de arsénico en aguas para consumo -por mencionar algunos- también factores dinamizadores sobre los cuales se ha hecho muy poco, o nada.  

En el área de las ingenierías, se podría pensar en activar totalmente al astillero Río Santiago en la construcción de buques que permitan, por derecho propio, reducir a la mitad el pago de fletes de exportaciones e importaciones (del orden de 4000 y 5000 millones de dólares/ año), como comentara recientemente el Ing Angel Cadelli -http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-5719-2012-01-08.html -.

Estos son sólo algunos ejemplos aislados. Pero hay otros organismos de CyT muy buenos, aunque específicos de área como el INTA en lo agropecuario, el INIDEP en la pesca, la CNEA en el sector nuclear, o el SEGEMAR en geología y minería, entre otros. Y, seguramente, todos tendrán algo que aportar en sus áreas específicas.

También en el área de las Ciencias Sociales se podrían integrar equipos en distintos ministerios o incorporar proyectos propios en educación, salud, desarrollo social y economía, por mencionar algunos pocos ejemplos.

Esa sería una manera de empezar a conformar un sistema CyT potente, compensado y racional, en donde los organismos tecnológicos y las universidades nacionales absorban parte de los científicos/ tecnólogos formados en las diferentes ramas del conocimiento.

Estos desarrollos están en línea con lo que reiteradamente expresa la Presidenta de la Nación, de agregar valor con trabajo de argentinos. Además, son proyectos de inclusión social, una preocupación que parece ser mayoritaria.

Tomar medidas en esos rubros redundaría en desarrollos tecnológicos propios en diversas áreas, con la consiguiente incorporación de científicos y tecnólogos cuya formación ha pagado toda la sociedad y, luego de siete años de estudio y perfeccionamiento no tienen un lugar donde insertarse.

Porque si a CyT no le ponemos una pizca de interés social, económico o estratégico, y tenemos una mirada diferente como para generar proyectos con tecnologías propias y poder llegar a tener un sistema CyT sustentable, todos los resultados que se puedan alcanzar con este envión inicial de inversión, se irán diluyendo con el tiempo.   

Entonces -si hay intenciones en ese sentido- se debe abrir el juego, tanto como para poder contribuir a resolver problemáticas que nos conciernen a todos. Porque más allá de la buena voluntad de algunos, este problema de capital humano disponible generado en el país y con un destino incierto, no se va a resolver en forma aislada.

En esta instancia lo primero que hay que hacer es COORDINAR todo el universo disperso y desarticulado que es el sector CyT argentino y, luego, entre todos,(ministros, autoridades de organismos de CyT y de universidades nacionales, referentes de organizaciones sociales, etc) podamos debatir para definir políticas integradas y sustentables, con el fin de tener un futuro más predecible.  

Finalmente, todo esto que decimos tiene poco de original. En efecto, está latente en una serie de conceptos que Oscar Varsavsky expresara en su libro "Ciencia, Política y Cientificismo", ya hace más de 40 años.

Allí Varsavsky decía:

"Por mi parte creo que hay un método de trabajo que prácticamente obliga a hacer ciencia autónoma razonable. Es el estudio interdisciplinario de problemas grandes del país, incluyendo una adaptación a éste de la enseñanza superior...".

"Estas cuestiones parecen ser superficialmente de ciencia aplicada pero, como siempre, en cuanto se quieren tratar en serio conducen a la investigación teórica original".

"No se trata de hacer ciencia aplicada sino de no romper la cadena completa de la actividad científica: descripción, explicación, predicción y decisión".

"El académico desprecia el último eslabón, el empírico se queda sólo con él. Aquí se propone empezar por él, pues decidir implica haber definido los objetivos y por lo tanto da el verdadero planteo del problema y luego ir hacia atrás funcionalmente.

ACLARACIÓN
El contenido de este texto no constituye una respuesta espasmódica a lo que ahora está sucediendo. Así, la caracterización del problema de los becarios, como las propuestas para resolverlo, fueron parte de una gacetilla que difundimos hace ya cuatro años, el 4 de febrero de 2008 -http://www.grupogestionpoliticas.blogspot.com/2008/02/polticas-cyt-ministro-baraao.html -.



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Este texto se difunde a: Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete, Ministerios de Educación, Salud, Defensa, Cancillería, Ciencia y Tecnología, Ministerios de Salud Provinciales, ANMAT, Diputados y Senadores Nacionales, Legisladores y Funcionarios Provinciales y C.A.B.A., Academias Nacionales, Instituciones del Sector CyT (INTA, INTI, CNEA, CONICET, SEGEMAR, CONAE, CITEFA, INIDEP, SENASA, INA, ANLIS-Malbrán, UTN), Facultades de Universidades Nacionales, ONG, Laboratorios de PPMV, etc).